El Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG) ayudó, entre 2013 y 2014, a un total de 27.610 trabajadores despedidos a causa de la cris y de los efectos de la globalización a encontrar nuevas oportunidades laborales. Así lo ha comunicado hoy la Comisión Europea (CE), que destaca que a través de dicho Fondo se destinaron más de 114,4 millones de euros durante ese periodo.
¿Qué países fueron los beneficiarios? Además de España, otros doce Estados miembro se beneficiaron de dicha ayuda: Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, los Países Bajos, Polonia y Rumanía. Las ayudas no procedieron en su totalidad de la UE, la financiación del FEAG se complementó con 94,1 millones de euros de recursos nacionales.
A este respecto, Marianne Thyssen, Comisaria Europea de Empleo, Asuntos Sociales, Capacidades y Movilidad Laboral ha subrayado que "en tiempos de recursos públicos limitados, el FEAG ha proporcionado un apoyo necesario a los trabajadores afectados por despidos masivos a causa de la globalización o de la crisis. Mediante asistencia específica y personalizada, hemos apoyado a algunos de los trabajadores más vulnerables en su transición hacia un nuevo empleo, y hemos conseguido un impresionante índice de reinserción laboral cercano al 50%".
Pero ¿qué ocurre con el 50% restante? Hay que señalar que el informe del FEAG ofrece una perspectiva general de las solicitudes de medidas de apoyo presentadas en 2013 y 2014. Marianne Thyssen se refiere a que la mitad de los trabajadores (7.656 de 15.245) que participaron en las medidas del FEAG han encontrado otro empleo o se han convertido en trabajadores autónomos.
De la otra mitad, "667 personas seguían en ese momento educación o formación para mejorar su empleabilidad. Los Estados miembro informan de que la situación personal, la empleabilidad y la autoconfianza de los trabajadores afectados han mejorado claramente gracias a la asistencia y los servicios del FEAG".
Hay que explicar que el FEAG ofrece ayuda intensiva y personalizada para la búsqueda de empleo; acciones de formación profesional, cualificación y reconversión; asignaciones e incentivos temporales durante la aplicación de las medidas activas; apoyo a la creación de empresas y tutoría a lo largo del proceso.
Para Bruselas los resultados en términos de reinserción laboral "son alentadores, teniendo en cuenta la difícil situación del mercado laboral en la mayoría de Estados miembros y que el FEAG ayuda a trabajadores en circunstancias especialmente difíciles". Además, hay que tener en cuenta que los trabajadores a los que se presta este apoyo están a menudo poco cualificados o sufren otras desventajas.
FEAG
La Comisión Europea propuso crear un fondo para ayudar a quienes tienen que adaptarse a las consecuencias de la globalización, que, como hemos vivido, no siempre ha aportado resultados positivos en materia de crecimiento y empleo. Comenzó a en 2007 y, desde entonces, se han abonado unos 550 millones de euros para ayudar a más de 128.331 trabajadores.
La UE consideró que dicho Fondo debía permanecer vigente en el período 2014-2020, periodo durante el cual debería ampliar su ámbito de aplicación para incluir a los trabajadores despedidos a causa de la crisis económica, así como a trabajadores temporales y autónomos.
"Incluye también, como excepción hasta finales de 2017, a jóvenes que ni trabajan, ni estudian ni siguen ninguna formación, residentes en regiones elegibles en virtud de la Iniciativa de Empleo Juvenil (IEJ), en un número igual al de los trabajadores despedidos a los que se ayuda".
Uno de los beneficios que ofrece el FEAG a los Estados miembto es su flexibilidad, ya que permite "actuar con más intensidad en las zonas afectadas por los despidos, en cuanto a número de personas asistidas y al alcance, duración y calidad de la ayuda, de lo que habría sido posible sin financiación del FEAG".
Nathalie Domínguez
