Según la patronal de distribución
Redacción
El 45% de la red de supermercados se ha renovado en los últimos cinco años atendiendo a cuestiones destinadas a facilitar la compra de personas con dependencia gracias a la adaptación de espacios, con la introducción de elementos como rampas de acceso, cajas confortables o pasillos anchos y bien iluminados. Así lo apuntó este lunes la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), patronal que agrupa a empresas como Mercadona, Dia o Lidl, a causa del Día Internacional del Mayor, que se celebró este pasado domingo.
Asedas subrayó que el formato de proximidad también tiene un impacto en las necesidades sociales de las personas mayores, especialmente en el grupo de más edad. Así, el 90% de los clientes realiza la compra a pie, algo que se ve favorecido por la capilaridad del supermercado y que se convierte en un motivo que “ayuda a que las personas mayores hagan una salida diaria fuera de sus casas”.
La patronal recordó que el 20% de la población española tiene más de 65 años y subrayó que su “importancia” se refleja en el aumento de los hogares formados por una o dos personas desde el año 2015.
En este sentido, recalcó que los formatos de los supermercados permiten a las personas mayores adaptar las cantidades que necesitan, que “suelen disminuir con la edad y con la formación hogares más pequeños”, gracias a “la venta asistida de productos frescos y a la oferta de diferentes tamaños de raciones en los elaborados”.
Así mismo, los mayores encuentran en los lineales productos específicos pensados para completar sus necesidades nutricionales; una línea de innovación que ha cobrado fuerza en los últimos años. Por último, la irrupción en los supermercados de secciones de comida preparada también ayuda a muchos a completar de manera sencilla y cómoda sus menús.
Además, también se avanza en la formación de personal especializado en la atención de mayores o dependientes. Un ejemplo es el Programa de Compra Asistida impulsado por el Cermi (Comité Español de Personas con Discapacidad) y las asociaciones de la distribución alimentaria de Castilla La Mancha, entre ellas Asedas.
Otros progresos en este sentido son la oferta de servicios destinados a cubrir la brecha digital y/o territorial, como son las prestaciones bancarias “sencillas” que ofrecen algunas empresas de supermercados.
La directora de Sostenibilidad de Asedas, María Martínez-Herrera, subrayó que “el supermercado tiene una gran responsabilidad social a la hora de poner muy cerca de las casas de las personas mayores un surtido de alimentación que cubra sus necesidades. Pero, además, en los últimos años, especialmente después de la pandemia Covid, nos hemos dado cuenta de la importancia de que sepan que pueden contar con nuestras tiendas también como un lugar donde sentirse seguros, acompañados y realizar algunas gestiones a las que tienen difícil acceso”.
“En este sentido, las empresas y el personal de los supermercados están haciendo un gran trabajo para avanzar en un modelo de tienda que se acerca cada vez más a la idea de un centro de servicios”, añadió.