Margarita Álvarez, experta en igualdad de oportunidades en la empresa
Esther Peñas
«Por lo que elegimos una empresa para trabajar no es el salario, ni un plan de carrera, desde luego no son los factores más importantes; nos preocupa cómo nos vamos a sentir en esa entidad, cómo nos va a hacer sentir, las personas con las que trabajas, pero este cambio de criterio ya no solo afecta a las nuevas generaciones, sino a trabajadores que no son tan jóvenes», explicó Margarita Álvarez, directora de Human Age Institute España, dedicado a la sostenibilidad empresarial desde la equidad e igualdad de oportunidades, una de las mujeres más poderosas de España, según la revista Forbes.
Álvarez, que presidió el Instituto Coca-Cola de la Felicidad, participó en el sexto ciberseminario Por Talento Talks, realizado por Inserta Empleo, un espacio abierto al diálogo, en el que reflexionar, junto con reconocidos especialistas, sobre materias que atañen a la aportación de la diversidad y el talento tanto de las personas con discapacidad como de las mujeres a las empresas y organizaciones. Bajo el título «El bienestar como impulsor del talento y la empleabilidad», la directiva estuvo acompañada por Juan Carlos Rodríguez, director de Personas, Talento y Cultura Corporativa en Fundación ONCE e Inserta.
«Cada vez nos importa más establecer un vínculo emocional con nuestra empresa, no solo a los más jóvenes, sino a los que no lo somos tanto. Después de tres años de tsunami emocional, en el que todos hemos perdido algo, hemos reordenado nuestras prioridades», aseguro la experta, quien advirtió de que «sabemos que cuando existe un clima de bienestar empresarial, los trabajadores somos más productivos, más creativo, trabajamos mejor en equipo, encontramos más soluciones a un mismo problema, y manejamos mejor cuestiones como el estrés».
A juicio de Álvarez, el bienestar «no se trata de celebrar barbacoas los jueves o disfrutar de sesiones de relajación», sino que es algo «mucho más complejo» que engloba cuatro elementos fundamentales: que el trabajador tenga la sensación de que crecer, tanto profesional como personalmente; que su labor sea reconocida; que sienta e incorpore el propósito, el sentido de la propia organización y que exista y pueda tejar una red de relaciones personales. «No nos vamos de una empresa, nos vamos de ciertos jefes».
La experta estableció una diferencia de criterio respecto del concepto de bienestar: «lo más jóvenes, lo identifican con momentos de excitación, de alegría, pero cuando cumplimos años, el bienestar lo asociamos a una cierta serenidad y paz interior, algo que es más duradero».
Por último, insistió en que las empresas hablan e incluyen en sus discursos este concepto de atención emocional al trabajador, pero finalmente «muchas solo miran los resultados económicos, las cifras. No es incompatible el rendimiento y los beneficios, con cuidar a los trabajadores. Es cuestión de tener buenos líderes, y un buen líder es aquel que te lleva allí donde no hubieras legado solo. Para eso se requiere dos habilidades: empatía y humildad».
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