Unas 43.000 organizaciones en España que aplican la norma ISO 9001, de referencia mundial para la gestión de la calidad, deberán adaptarse a los nuevos requisitos en un máximo de tres años, hasta septiembre de 2018, según informó este miércoles la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor ).
Las empresas españolas deberán realizar esta adaptación después de que la Organización Internacional de Normalización (ISO) haya publicado la nueva versión de la Norma internacional ISO 9001, con cerca de 1,13 millones de organizaciones que la aplican en 187 países.
La Norma ISO 9001 es empleada por todo tipo de empresas y entidades, públicas y privadas, de todos los sectores de actividad y tamaños; siendo el medio internacionalmente aceptado para demostrar el compromiso con la calidad.
Desde Aenor explicaron que esta norma permite a las organizaciones trabajar de manera más eficiente, ya que posibilita alinear todos los procesos de la organización, facilitando su entendimiento por todos.
Además, su correcta aplicación incrementa la productividad y eficiencia, reduciendo costes económicos.
En España, cerca de 43.000 organizaciones que aplican esta norma deberán adaptarse a los nuevos requisitos en un máximo de tres años, hasta septiembre de 2018.
Por ello, Aenor apoyará a todas las organizaciones certificadas con ISO 9001 que lo soliciten. Para ello, evaluará su grado de cumplimiento de los nuevos requisitos y elaborará un plan de transición.
España es el sexto país del mundo y cuarto de Europa por número de certificados conforme a la norma ISO 9001.
El principal objetivo de la revisión es facilitar la integración de esta norma con los demás sistemas de gestión y que éstos sean más accesibles para todo tipo de organizaciones, especialmente del sector servicios.
Así, comparte la denominada estructura de alto nivel, común a todas las normas de gestión (como la extendida ISO 14001 de Gestión Ambiental).
La Norma incorpora nuevos requisitos, como un mayor énfasis en el liderazgo de la dirección. Además, incluye el concepto del riesgo; no solo limitado al efecto negativo de la incertidumbre, sino también para aprovechar los escenarios que pueden favorecer la consecución de resultados (oportunidades).
Asimismo, la norma promueve una mayor eficacia en la gestión de la cadena de proveedores, y presenta un lenguaje más simple y claro para facilitar su aplicación en las organizaciones.
Las normas técnicas, en general, tienen un beneficio directo en la cuenta de resultados de las empresas, pudiendo suponer hasta el 5% de los ingresos por ventas en las organizaciones que las aplican, según un estudio de ISO. Para el conjunto de la economía española, suponen el 1% del PIB.
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