Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco ) ha publicado el Atlas mundial de la igualdad de género en la edicación.
En nota de prensa, la Unesco explica que se trata de un estudio realizado por su Instituto Estadístico, que contiene más de 120 mapas, gráficos y tablas que ofrece un amplio abanico de indicadores diferenciados por sexo. De este modo, la publicación permite visualizar las diferencias de género producidas en el acceso, participación y progreso desde la enseñanza primaria hasta la superior.
Aunque actualizada, la temporalidad del estudio recoge también la evolución producida desde los años 70, especificando factores influyentes como la riqueza nacional, la situación geográfica, la inversión en educación y el tipo de estudios universitarios.
En las declaraciones publicadas por la Organización, la directora general de la Unesco, Irina Bokova, asegura que "este Atlas es una llamada a la acción. El incremento de la tasa de inscripción de las niñas en primaria manifiesta una fuerte voluntad política asentada en la realización de los objetivos de la 'Educación para todos'. Sin embargo, aún deben realizarse esfuerzos importantes para llegar a muchas niñas y mujeres vulnerables privadas de su derechos a la educación. Debemos centrarnos en las causas profundas de esta discriminación y actuar sobre las más urgentes".
Algunos datos
Las jóvenes estudiantes que acceden al ciclo secundario de enseñanza, indica el informe, obtienen mejores resultados que los niños. Como consecuencia, se ha reflejado un aumento significativo de la presencia de las mujeres en la enseñanza superior, principalmente en aquellos países de elevados ingresos.
A este respecto, la Unesco incide en el hecho de que los progresos económicos no implican necesariamente una mejora de oportunidades para las mujeres en términos de empleo o ingresos.
Desde los años 90, se han multiplicado los esfuerzos para que las niñas de todo el mundo accedan a la enseñanza primaria. Las dos terceras partes de los países del mundo están alcanzando la paridad en este aspecto, pero el problema llega a la hora de pasar al siguiente nivel: secundaria. En numerosas regiones del planeta estos estudios siguen siendo un reto, principalmente en África subsahariana y el Oeste de Asia, los cuales, pese a reflejar una evolución, mantienen la disparidad.
El Atlas muestra que en el sur y Oeste de Asia, una niña que comienza el colegio puede recibir hasta 9,5 años de instrucción (siendo en los años 90 de unos 6 años), mientras que los niños llegan a cursar un año más, hasta los 10,5.
En África Subsahariana y en los Estados árabes sucede lo mismo. Los niños tienen un año más de escolarización, frente al de las niñas que oscila entre los 8 y 10 años. "Es importante subrayar que estas medias regionales presentan variaciones considerables entre los países (englobados en estas zonas), principalmente en aquellos en los que el bajo nivel de acceso a la educación está asociado a las elevadas tasas de abandono y de repetición de curso. En consecuencia, millones de niñas permanecen privadas de su derecho a la educación y muchas de las que tienen aptitudes no acceden nunca a la enseñanza secundaria", afirma el informe.
Por el contrario, en el Este de Asia y Pacífico, la esperanza de vida escolar de las niñas ha aumentado un 38% entre los años 1990 y 2009, siendo ésta más elevada que la de los niños. Esto se traduce en 12 años de escolarización. En América Latina y Caribe, una niña puede esperar 14 años de formación, frente a los 13,3 años para los chicos.
Para la Unesco, estos datos reflejan la voluntad de los gobiernos y de la comunidad internacional por eliminar la diferencia de género en la educación. Sin embargo, subraya el director del Istituto Estadístico de la Organización, Hendrik van der Pol, la discriminación persiste en otro sentido: "una clase puede efectivamente disponer del mismo número de alumnos y alumnas, per ¿en qué medida ambos grupos son animados del mismo modo a proseguir sus estudios y a explotar su potencial?".
A este respecto, Van der Pol, ha informado que "para tener un mayor conocimiento de lo que los niños y niñas aprenden en sus clases, la Unesco elabora de nuevo herramientas para medir la calidad de la educación y los resultados del aprendizaje, enfocados en concreto en el género", refiriéndose a la elaboración de este Atlas.
Nathalie Domínguez
Fuente: Unesco