El Presidente de la Fundación ONCE, D. Alberto Durán López, presentó el libro que recoge nuevehistoriasen torno a la inserciónlaboral de personas con discapacidad.
Un total de 54 alumnos con alguna discapacidad motora, auditiva o visual están matriculados este curso 2009-2010 en alguna de las 32 titulaciones que oferta la Universidad de Burgos 
(UBU), lo que supone dos menos que el curso anterior, según los datos facilitados por la Unidad de Apoyo a Estudiantes con Discapacidad.
17 universitarios han iniciado estudios por primera vez en la institución académica (uno más que el curso anterior) y en cuanto al reparto por sexos del total existe absoluta paridad, 27 son hombres y 27 son mujeres.
Por centros, el mayor número, 18, estudian en la Escuela Politécnica Superior. Le sigue la Facultad de Humanidades y Educación, con 15; la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, con 7; la Facultad de Derecho, con 5; la Escuela de Enfermería, con 4; la Escuela de Relaciones Laborales, con 3 y Ciencias, con 2.
Las discapacidades motoras y auditivas son las más comunes y en menor medida se sitúan las visuales. También hay alumnos con enfermedad mental y con dolencias orgánicas, como trasplantados renales o con la enfermedad de Crohn. La mayoría de estos alumnos concluye con éxito sus estudios universitarios y hay poca tasa de abandono.
Todos ellos están exentos de pagar matrícula al tener un grado de minusvalía superior al 33%, pero además el Decreto de Precios Públicos ha extendido esa gratuidad a otros trámites administrativos como los certificados de notas o el título académico. Además de los estudios de grado, también son gratuitos los estudios de máster.
La Unidad de Apoyo a los Estudiantes con Discapacidad se encarga de atender todas las necesidades de estos alumnos para garantizarles la igualdad de oportunidades. La mayoría de las actuaciones consisten hacer pequeñas obras para asegurar la accesibilidad, la instalación de equipos de frecuencia modulada para mejorar la audición en clase o la dotación de intérpretes de lengua de signos. También pueden contar con apoyo de alumnos voluntarios que toman apuntes para ellos.
Gracias a un convenio entre la UBU, la ONCE y el Imserso se trabaja en un plan para eliminar todas las barreras de los edificios universitarios. El firmado en 2008 prevé una dotación de 105.000 euros, de los que 69.300 aportan ONCE e Imserso y el resto, la institución académica. Entre las obras pendientes están la construcción de una rampa de acceso para subir al estrado del Aula Magna y otra para acceder a la zona departamental de la Facultad de Derecho.
Natividad de Juan, responsable de la Unidad de Apoyo a Estudiantes con Discapacidad, recuerda que la accesibilidad debe ser un criterio de calidad de las universidades. "Una universidad que quiera la excelencia no puede tener barreras arquitectónicas o de comunicación", apuntó.
Precisamente la Universidad Politécnica de Cataluña , que cuenta con un Observatorio sobre la Discapacidad, está haciendo un estudio sobre esta materia en todas las universidades españolas y hace unos días estuvieron visitando el campus burgalés.
Fuente: Diario de Burgos
